ultima actualización
27 de enero del 2021
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Aproximadamente 70 a 100 pacientes por millón de habitantes
por año requieren accesos vasculares para hemodiálisis [1].Uno
de los factores mas importantes en el cuidado de estos pacientes es
la creación y mantenimiento a largo plazo de dichos accesos.
La fístula radio-cefálica de Brescia-Cimino [2] suele
preferirse sobre otros (fístula braquio-cefálica, interposición
de grafts, fístula braquio-basílica, etc.) debido a la excelente
permeabilidad a largo plazo y baja incidencia de problemas relacionados (estenosis,
infecciones, síndrome de robo, etc.) [3].
Sin embargo hay un elevado número de pacientes en los que por distintas
causas son requeridas las otras opciones [4].
Luego de poner en funcionamiento el acceso vascular deben adoptarse medidas de
control periódico con el objeto de evidenciar alteraciones pudiendo ser
puestas de manifiesto mediante examen físico (cambios en el soplo, frémito,
pulso, presencia de edema, etc.) recirculación, medición de presiones
venosa estática y/o dinámica, flujo intra-acceso, eco-Doppler color,
dificultad en la compresión post-diálisis, dificultades en la canulación,
ineficiencia de la diálisis manifestada por caída en el kt/v ,reducción
del URR o signos de clínicos de inadecuado control de la insuficiencia
renal (5).
Una vez sospechado el malfuncionamiento del acceso estaría indicada la
angiografía con el objeto de evidenciar el /los probables sitios de obstrucción
y las condiciones anatómicas (especialmente venosas) para una adecuada
decisión terapéutica [5].
El objetivo de esta presentación es mostrar nuestra experiencia inicial
en angiografía y terapéutica endovascular de accesos vasculares
para hemodiálisis.
Autor: Torresani E. M., Grosso P. E., Fernández A., Distéfano A., Martino G.,
Carballo M.I.,Weisshein N., Hansen C.H., Leguizamón J.H.
Servicios de Terapéutica Endovascular y Nefrología
Sanatorio Modelo Quilmes
Ultima actualizacion: 22 de Mayo de 2003